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sábado, 14 de enero de 2012

Cuidar a los enfermos no implica infringir las normas

Todos, tanto ustedes como yo, tenemos la necesidad de estar junto a nuestras personas mas queridas cuando estas están pasando un mal momento por una enfermedad grave pero...¿de veras estamos ayudando?

Es obvio que en toda enfermedad, grave o leve, el estado psicológico del paciente influye y que el apoyo de familiares y seres queridos es un factor muy importante en la recuperación del enfermo peo hay veces que es mejor mantenerse al margen. Al contrario de lo que muchos de ustedes pueden pensar un hospital puede resultar un centro infeccioso muy importante, sobre todo para aquellas personas que se encuentran ingresadas en la UCI/UVI. Podemos encontrar una gran multitud de microorganismos patógenos que son oportunistas, es decir, que aprovechan las condiciones estables de temperatura y humedad de los hospitales que sumado a la debilidad del sistema inmunológico de los ingresados favorecen su rápida y peligrosa proliferación. Entre algunos de estos microorganismos podemos encontrar bacterias tales como el Staphylococcus aureus, E.Coli, hongos como el Aspellgirus, virus como los retrovirus y de más seres que pueden dificultar nuestra recuperación pues muchos de estos organismos, como el S. aureus, resultan resistentesa diversos medicamentos haciendo difícil su erradicación. Nosotros podemos ser portadores pero al estar en unas condiciones de salud buenas y tener un sistema inmune fortalecido no corremos riesgo alguno, no podemos decir lo mismo de nuestros homólogos ingresados en un hospital. Una bacteria, virus, parasito etc. que llevemos nosotros del exterior a el sujeto enfermo puede conllevarle serias dificultades. es por esto que las entradas a la UCI están muy restringidas y nos obligan a lavarnos las manos con un jabón desinfectante. Es en estos casos en los que pasar un tiempo excesivo con el enfermo no será de utilidad sino más bien lo contrario, y mucho peor si le añadimos el echo de que no todo el mundo cumple con las medidas de higiene requeridas, mínimas y necesarias. Por esto mismo, esta bien acompañar a nuestro enfermo pero...con precaución, siguiendo las normas y no sobrepasando los límites de tiempo.

NADA ES FRUTO DE LA CASUALIDAD

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